La lluvia de ideas es una técnica de grupo para generar ideas originales en un ambiente relajado.
Esta herramienta fue ideada en el añ o1941 por Alex F. Osborn, cuando su búsqueda de ideas creativas resultó en un proceso interactivo de grupo no estructurado que generaba más y mejores ideas que las que los individuos podían producir trabajando de forma independiente; dando oportunidad de hacer sugerencias sobre un determinado asunto y aprovechando la capacidad creativa de los participantes.
Existen varias razones que demuestran por qué estas sesiones de grupo pueden alcanzar un alto nivel de productividad. Entre otras cosas, el poder de asociación es una corriente de dos direcciones. Cuando uno de los miembros del plantel emite una idea, casi automáticamente empuja a su propia imaginación hacia la consecución de otra. Al mismo tiempo sus ideas estimulan el poder de asociación de todos los demás, proceso de contagio: “Cuando se comienza verdaderamente a trabajar en una sesión de “tempestad de ideas” la llama de una mente encenderá en las otras, a la manera de una traca, gran cantidad de nuevas ideas”. Este mismo fenómeno ha sido también denominado “reacción en cadena”.
Las reglas de oro:
1) Toda crítica será eliminada. El juicio adverso de las ideas debe posponerse.
2) La libertad de emisión es de gran importancia. Cuanto más enérgica sea la idea, mejores pueden ser los resultados; es más fácil perfeccionar una idea que emitir una nueva.
3) Es esencial la cantidad. Cuanto mayor sea el número de sugerencias, más fácil es escoger entre las mismas.
4) Se busca la combinación de ideas y sus mejoras. Además de contribuir con sus propias ideas, los participantes en la “tempestad de ideas” deberán sugerir en su momento cómo se puede conseguir el mejoramiento de las ideas de los demás o cómo se puede lograr que dos o más ideas produzcan otra y de mayor importancia.
Consejos para una buena lluvia…
- Rompe el hielo y precalienta el espíritu.
- Comieza con una bien elaborada exposición del problema.
- No comiences a criticar o debatir. Promueve las ideas alocadas.
- Busca cantidad – ¡100 ideas por hora es bueno!
- Cuando la energía comienza a desvanecerse, el facilitador debe tomar una idea o dar un giro.
- Captura las ideas en un medio visible a todo el grupo.
- Fomenta el uso de diagramas, esquema, bocetos.
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